El día que decidimos grabarnos en la piel este símbolo, no lo olvidare jamas.
Porque representa esos recuerdos de infancia, ese dibujo a escondidas creando claves que sin saberlo tendrían un gran significado.
Representa esos juegos compartidos, esa unión invisible que siempre nos ha mantenido en el mismo círculo aunque alguna vez alguna haya descarrilado sin querer.
El día que decidimos grabarnos en la piel este símbolo, supe que nos acompañaría de por vida nuestra identidad común. Supe que una vez más, no habría nada que borrara nuestras risas compartidas, nuestro sentimiento, nuestro querer tan único y bonito.
Sin obstáculos que no podamos superar.
Sin distancias que nos separen para siempre.
El día que decidimos que nuestra piel compartiría la misma tinta, supe que cuando flaqueáramos solo tendríamos que sentir en nuestro brazo el calor del sol para mitigar el frío, la frescura de las flores para llenar de color el paisaje, y el latido del corazón para alimentar nuestras almas cuando hubiera oscuridad.
Porque si estamos juntas, es imposible no crear luz y no habrá ninguna sombra que la pueda tapar si de la mano nos enfrentamos con la fuerza del amor multiplicada por tres.
