Y recorría los caminos del Retiro con la emoción de hallarse en aquel lugar en ese preciso momento.
Y se adentraba con su mirada en cada caseta para viajar a aquellos nuevos mundos.
Y se inundaba del aroma de las páginas nuevas impresas, aún sin descubrir pero llenas de vida.
Y se teletransportaba a todas y cada una de aquellas historias que llevaba almacenadas en su mente con cada nuevo libro que sumaba a su inventario
Y la mezcla entre la naturaleza, el entorno, la creatividad y el talento, hacían que aquel lugar, cada año, tuviera toda la magia que siempre había encontrado en los libros.
Historias llenas de luz, de emoción, de realidad y de fantasía. Pero sobre todo historias que le daban la libertad de descubrirlas y de descubrirse a sí misma en cada uno de sus propios capítulos de vida.
Y es que en los libros siempre encontró el mejor refugio y la mayor fuente de conocimientos, inspiración, sueños, sentimientos….
Ellos, le enseñaron que en la imaginación y en las historias hay vida, y ¿acaso es menos real por estar contenida en un libro?



