Una niña

por Auro

Había una vez una niña…

Que iba disfrazada de campesina.

Con su bastón, y su falda rosa corta y voluminosa.

De la mano de su hermana mayor entre una multitud para no perderse.

Con la suficiente libertad para entrar en la adolescencia.

Pero con sus padres cerca, vigilando su inocencia en la selva desde la distancia.

Había una vez una niña que sintió por un segundo una mano debajo de su falda.

Y al levantar la vista se encontró con un monstruo.

De mirada sucia, mayor, de sonrisa malvada. De abuso.

Había una vez una niña que desvío la mirada.

Y sintió vergüenza además de rabia.

Y se calló. Porque él era mayor, porque ella quizá llevaba la falda muy corta, porque igual solo fueron imaginaciones suyas.

Y lo olvidó y no lo contó. Porque fue solo un instante, una tontería.

Pero era una niña, y era su cuerpo y él un adulto que solo quería reirse con sus amigos.

Y esa niña creció y fue feliz, no le afectó pero no volvió a ponerse nunca aquel disfraz.

Había una vez una y tantas niñas que con su inocencia y mirada limpia, salvaron a sus monstruos.

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