Para escucharnos, para sentirnos, para notarnos.
Para estar solos, o acompañados
Para hacerlo todo aún no haciendo nada.
Para descansar viviendo o para vivir descansando.
Para pensar en los sueños, y dibujarlos en el mapa de nuestro mañana.
Para dormir o para despertar de la realidad o en la realidad.
Para tomar decisiones guiadas por esa fuerza profunda y desconocida.
Para reírnos de los miedos y llorar con las alegrías.
Tiempo para ser libres, para no sentirnos esclavos de nuestra mente o nuestro corazón.
Tiempo para disfrutar de la nada, del vacío lleno de paz, del silencio.
Y en ellos, siempre está, ahí. Ese tiempo.
Esa libertad de hacer sin hacer nada, esa libertad de ser, sin deberles nada, esa libertad de sentir, sin ser juzgado.
Y por eso se que quiero mi tiempo
así,
aquí,
lleno,
hoy y para siempre.
Con ellos.
