Pérdidas

por Auro

Las pérdidas siempre son dolorosas, ya sean las irreversibles en la que no se puede hacer nada más, o las que son reversibles pero no existen los medios, las ganas o las intenciones para recuperarlas.

Pueden ser de muchos tipos pero en este caso me voy a limitar a hablar de las pérdidas en las relaciones, que pueden ser, cuando se pierde el contacto con alguien o simplemente cuando se sigue manteniendo pero ya las cosas no son igual.

A veces me pregunto si esta es una de las capacidades más desarrolladas del ser humano. Entiendo y comparto por mi propia experiencia, que cuando algo se rompe en una relación y te está haciendo daño lo mejor es dejarlo y alejarte de eso que te está perjudicando, pero lo que no llego a comprender es cuando algo se rompe o pierde sus características porque las personas lo quieren así.


Me explico, pongamos el ejemplo de una mascota. Envidio ante todo ese amor incondicional, en el sentido de que, una mascota siempre está a tu lado si la cuidas como se merece, es decir, además de la necesidad que de un cierto modo tengan de ti porque al fin y al cabo dependen de ti para comer, bien podrían alimentarse y que la relación quedara ahí pero no es así. Una mascota te demuestra que te quiere con pequeños gestos, hay los que dan besos, los que ronronean, los que ladran o maullan al verte, o mil cosas más, y son capaces de entender cuando te sientes mal o cuando estas llorando o gritando para acudir a ti a hacerte compañía, inocentes de saber que quizá en algún momento los puedas rechazar o puedas llegar a ignorarlos o a hacer otra cosa como salir, en la que no cuentes con ellos.


Y ahí está la diferencia….Pienso que el ser humano pierde esta esencia de amor, de demostración y de apoyo en los peores momentos por el famoso “don de la palabra”. Las palabras están muy bien y no cabe duda que es nuestra forma de comunicarnos pero el problema no está tanto en lo que decimos, sino en lo que interpretamos de lo que dicen los demás.


Muchas veces nos olvidamos del contenido “primitivo” de muchas expresiones como un te quiero, en el que sólo y unicamente queremos decir eso y nada más. Sacamos conclusiones absurdas y cosas que van más allá de lo que en realidad quiere decir la persona en función de la situación. Y eso no nos lo planteamos con los animales, quiero decir si tu gato viene ronroneando no te planteas si te lo hace para conseguir otra cosa o si lo hace sólo por que nos sintamos bien y no porque le apetezca. Siempre lo vemos como una muestra de que nos apoyan y se sienten felices a nuestro lado.


Pienso que el mundo está lleno de malas interpretaciones, pensamientos que pasan por la cabeza de muchas personas y que les llevan a romper relaciones que ni siquiera estaban en proceso de destrucción por la otra parte, o que ni siquiera iban a acabar mal si no llega a ser por las malas interpretaciones que hacemos de los demás. Y lo más curioso, es que muchas veces ese don que tenemos no lo sabemos aprovechar para hablar con las personas a la cara y decirle lo que sentimos o pensamos sino que lo hacemos para hablar de los demás pero sin que estos nos escuchen…palabras en vano, vacías que nunca llegaremos a escuchar…


Aún así quiero pensar que no todo es eterno y que como dice el gran escritor Albert Espinosa en su libro “El mundo amarillo”, las pérdidas siempre pueden ser ganancias. Esto es, afortunadamente siempre tendremos a alguien que nos demuestre ese amor incondicional, ese cariño animal que es tan díficil de conseguir en algunos humanos o que se pierde con el tiempo, y es esto lo que nos hace sentir especiales y lo que tenemos que valorar. Puede que en un momento de nuestra vida perdamos a alguien y nos sintamos solos, pero siempre tenemos que pensar que eso sólo servirá de base para que aprendamos a sentirnos más especiales para aquellas personas que si nos demuestran lo que sienten, y que por lo tanto esa sea la ganancia a nuestra pérdida, que la supera con creces.
Hay momentos y personas a lo largo de nuestra vida que marcan una diferencia importante, y que aunque se rompa la relación, siempre tenemos que quedarnos con los buenos momentos que nos regalaron y que pasamos con ellos, que tuvieron un ciclo y ya se acabaron…o quién sabe si algún día volverán, pero lo importante es que siempre sintamos que somos especiales.


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