Ahora si. Ahora no.
Ahora esto. Luego aquello.
Unos dicen y otros deshacen.
¿Hasta cuando vamos a estar en esta dicotomía?
Como todas las decisiones importantes en la vida, cuando las consecuencias de tus actos son tan importante el proceso de reflexión es largo y difícil.
Porque todas las opciones parecen buenas y malas a la vez, porque es difícil ver un único camino para salir.
Pero al final, si en un proceso de toma de decisiones influyen tantos intereses y tantas personas, al final, únicamente consiguen poner piedras que bloquean el camino, la salida.
¿Tan difícil es caminar en la misma dirección?
¿Tan difícil es enfocarse en el objetivo?
No puede haber más riesgo, no podemos perder más todo y todos lo que hemos perdido este año.
Pero hay que hacer las cosas juntos, sin oposiciones, sin colores y con la única preocupación de pensar en las personas.
En el daño humano y del mundo.
Ese que es el único imposible de remediar.
Ese que muchas veces no consigue resurgir de la montaña de cenizas que gracias a esas diferencias absurdas y a las luchas de intereses han conseguido sepultarlo.
Para siempre.

2 comentarios
Que razón tienes Aurora!!!
Muchas gracias Paula, a ver cómo vamos saliendo de todo esto. Esperemos que en algún momento vuelvan a pensar en las personas, no en sus intereses.