Dependencia

por Auro

Hoy en día, hay una gran cantidad de connotaciones negativas sobre la palabra “dependencia“. La dependencia se entiende como una característica de aquellas personas “débiles” que necesitan de otras personas, objetos o medicamentos para poder desarrollar su actividad con normalidad. 

Efectivamente, esto es así, aquellas personas que padecen alguna enfermedad incapacitante “dependen” de la ayuda de otros para poder realizar actividades de la vida cotidiana, al igual que otras personas que padecen algún tipo de drogodependencia o adicción, necesitan de esa sustancia o de ese objeto para conseguir sentirse realmente como quieren sentirse.

Mi pregunta es…¿acaso no somos todos dependientes? ¿por qué es necesario verlo como un concepto negativo o de debilidad? Está claro que la autonomía es una de las cosas más valoradas por las personas hoy en día y que las ayudan a que desarrollen sentimientos de autoeficacia consigo mismos, pero no debemos olvidar que como mismo reporta beneficios al bienestar personal la autonomía, también lo hace la necesidad de vinculación. ¿Y acaso no es dependencia a la hora de relacionarse con otros, la vinculación?

Es obvio que la dependencia que provoca una gran interferencia en la vida de las personas no es algo bueno para su salud, tanto física como mental, pero a lo que quiero llegar es a que no veamos ese concepto como algo reservado para aquellas personas ancianas o que necesitan de una sustancia para poder “ser felices”.

Admitámoslo, todos somos dependientes de algo. Desde un principio, dependemos los unos de los otros, para las cosas más básicas y que más nos aportan esparcimiento y sentimientos positivos como es el comunicarnos, el hablar con los demás, con un amigo. Dependemos de hablar con él, de contarle cosas, de sentir el afecto por su parte y de saber si siente el nuestro. En suma, dependemos de él, de que esté disponible, de que quiera hablar con nosotros, de que quiera quedar, etc. Con esto no quiero decir que no podamos ser felices por nosotros mismos, porque de las primeras personas que dependemos para poder serlo es de nosotros mismos, pero aún así, ya necesitamos tenernos a nosotros, concocernos.

Cuando queremos hacer algo que nos gusta, dependemos de las ganas que tengamos para hacerlo, o más fácil aún, necesitamos los medios para poder hacerlo (centro deportivo, ordenador, música, Internet, etc.)
Lo que quiero decir, es que nadie se escapa de necesitar a otr@s u otras cosas, ninguno dejamos de ser dependientes de algo, porque esa es la base de nuestra condición. Necesitamos vivir en armonía con otros, disponer de los recursos necesarios que nos ayuden a sentirnos satisfechos, además de aprender a vivir con nosotros mismos. 

Creo que no es cuestión de que la dependencia sea algo bueno o malo, sino simplemente, que está a la orden del día, y que por ello no es sinónimo de debilidad ni de necesidad de ayuda (si no interfiere negativamente en nuestra vida). 

Deberíamos empezar a pensar que dependemos de nuestras cualidades, nuestros conocimientos, nuestros pensamientos para poder hacer algo o conseguir algo, y que este concepto no es incompatible con la autonomía o el crecimiento personal, porque gracias a que tenemos algún sustento, podemos progresar y analizar los pasos en falso y los buenos que hemos dado en nuestro camino, o si no

¿no crees que tropezaríamos más de una vez con nuestro propio ego independiente que no necesita de sus propias cualidades personales o de las relaciones con otros, para poder avanzar o simplemente alcanzar el nivel deseado de bienestar, en un momento dado?

Te podría interesar

Deja un comentario