¿Sabes qué abuelo?
Ayer fueron nueve años desde que no estás.
Y no he dejado de echarte de menos ni un solo día.
Ni un solo momento en que no pensara qué me dirías cuando te contara lo que he hecho este fin de semana o lo que he comido hoy.
Cuando hiciéramos esa videollamada en la que hubieras sido el primero en participar.
En la que escuchara tu risa retumbando al otro lado, atravesando cualquier distancia.
En el que me dijeras como piensas en mi cada vez que oyes hablar de Madrid.
En el que me abrazaras en cada vuelta a casa y pudiera olerte de nuevo, oler aquella que siempre fue tu esencia.
¿Sabes qué abuelo?
Me hubiera gustado que no te hubieras ido nunca.
Que hubieras sido tan infinito como lo es el amor que siento y sentiré por ti.
Que me hubieras visto sonreír cuando cumpliera mis sueños.
Que me hubieras acompañado cuando viviera esos momentos especiales, contigo en la mesa de al lado mirándome con ese gesto tan tuyo.
¿Pero sabes qué abuelo?
Que aunque aún duele, el tiempo me ha demostrado que puedo traerte conmigo cuando necesite luz en la oscuridad, porque ese brillo que dejaste aquí jamás me abandonará. Y si está él, tú también estarás.
Tal y como nos enseñaste 🤍
