Rutina

por Auro

La mayoría de veces somos responsables de la propia presión que nosotros mismos ejercemos, de la necesidad de éxito que nos exigimos, de la ansiedad anticipatoria ante una situación hipotética o innecesaria que quizá nunca llegue a suceder.

Cuando estamos de vacaciones, en un lugar tranquilo, relajado, en el que sabemos que no tendremos que despertarnos por obligación o por la rutina, sino en el que lo hacemos por decisión, no sentimos ese estrés, esa presión.

Y habitualmente, disfrutamos más tiempo ocupados que de vacaciones así que, ¿por que vivir el día a días agobiado?

Quizá no deberíamos sentirnos tan ahogados en nuestra rutina.

Quizá no deberíamos esperar a que llegaran las vacaciones para relajarnos y disfrutar realmente de la vida y de nosotros mismos. Porque entonces el resto de los días del año, no vivimos, no somos.

Porque nunca hay que esperar a que el tiempo nos regale un momento concreto, sino que es mejor salir a buscarlo.

Y aunque tengamos que convivir con rutina y libertad, aprendamos entonces a convertir las obligaciones en decisiones.

Aprendamos a vivir bien con nosotros mismos adaptándonos a la situación en que estemos. Así, tal y como estemos. 

Sin conformarnos pero tampoco sin exigirnos lo imposible. 

Es una tarea complicada, lo sé.

Pero tenemos que hacer el esfuerzo por plantearnos ese cambio. Por plantearnos aprender a vivir, no a sobrevivir.

Por vivir cada momento, sintiéndonos dueños de nuestra vida y sintiendo que no debemos demostrarle a nadie más que a nosotros mismos, que realmente estamos donde y cómo queremos estar. 

Te podría interesar

Deja un comentario