No son menos, somos iguales.
Tienen voz y su propio lenguaje
Va más allá de las palabras
Las palabras no son la única forma de comunicación.
No son menos, somos iguales.
Tienen emociones, sienten.
De la manera más sincera e incondicional
Los abrazos no son la única manera de mostrar el amor.
No son menos, somos iguales.
Dependientes de nosotros o nosotros de ellos.
Miradas puras que no ocultan ninguna segunda intención
El respeto que nos dan como especie es el mismo que necesitan.
No son menos, somos iguales.
Vivos y libres en un mundo diseñado para compartir juntos.
Llenando de luz las sombras más oscuras que el ser humano es incapaz de llenar.
Felices y con la única preocupación de jugar, sentir y dar el amor más maravilloso a su familia.
No son menos, somos iguales, o incluso son más.
Porque ellos no conocen la envidia, ambición o maldad.
Necesitan el mismo respeto y derecho que muestran y otorgan.
En un mundo justo, todos somos iguales. Seres vivos, no hay un peldaño más arriba para nosotros. Y el que tiene la suerte de tener o ha tenido una familia interespecie es capaz de entenderlo.
Ojalá todos seamos capaces de entenderlo igual algún día.
No son menos, somos iguales.
