Es curioso que deseemos libertad.
Y que luego seamos incapaces de empatizar con las cárceles en las que aún algunos están viviendo.
Es curioso que prefiramos una recomendación a una imposición.
Y que luego seamos incapaces de cumplir por decisión propia una norma de responsabilidad.
Es curioso que hayamos sido puntuales en las citas de las ocho.
Y que ahora nos olvidemos tan fácilmente de aquellos a quien dedicábamos tantos aplausos
Es curioso que hayamos tomado la decisión de cambiar en todo este tiempo de descubrimiento personal.
Y que, sin embargo, retrocedamos paso a paso de nuevo a la casilla de salida.
Es curioso que nos conformemos con lo mismo.
Sin mejorar, sin aprender, sin cuidar. Sin importar.
Y cuánto menos, es curioso que creamos dominar la vida y nuestro destino cuando la realidad es que no dejamos de tropezar, jamás, una y otra vez con la misma piedra.

1 comentarios
Tienes toda la razon Auro!! Besos paula