Cambios

por Auro

Cambio por ser más, por ser menos, por ser solo tú o por ser multitud.
Cambio de ritmo, de escenario, de espacios compartidos.
Cambio de personas, amistades, familia.
Cambio de vida y de planes de amor.
Cambio de rumbos claros, establecidos, donde la meta final parecía segura, única, inamovible.
Cambio de ti misma, de valores, de elementos o momentos que siempre te han acompañado hasta que un día deciden abandonarte sin previo aviso, o decides despedirlos de tu vida porque están suponiendo más lastre que virtud.

Cambio por querer cambiar o por tener que acostumbrarte a aceptarlo.

Cambios donde lo más difícil no es el cambio. Que viene, establecido por ti o no, que llega a tu mundo para ponerlo del revés arrasando con tu zona segura, tu espacio vital. Lo más difícil es aquello que produce ese cambio en ti, ¿incertidumbre, miedo, pereza, riesgo?

Y es que cualquiera de esas emociones son inherentes al proceso, forman parte de ese cambio, y aunque lo hagan más o menos difícil, no olvides que eres tú la responsable de decidir que sean sólo los puntos de partida para empezar a sembrar nuevas raíces, más o menos profundas, en los lugares y momentos que a partir de ahora formarán parte de tu nueva realidad.

No puedes dejar que el cambio lo decidan el miedo, la pereza, o la incertidumbre y menos aun, que se guíe por ellas, porque recuerda que lo más importante de un cambio es tener siempre el punto de apoyo que te recuerde que sigues ahí, el punto de apoyo que te permite permanecer aunque todo lo demás comienza q ser diferente.

Que te recuerda que eres tú, tú esencia, las personas que te rodean, la vida que has elegido vivir.
Que sólo tú eres capaz de verlo como un riesgo o una oportunidad, y que depende de los ojos con que lo mires desde el inicio, se convertirá en un camino más o menos pedregoso hasta llegar a la meta final.

Y por eso, no olvides que esa meta siempre debes ser tú. Cambiando una fortaleza, un escenario o una debilidad. Cambiando unas personas, una vida o una realidad. Pero manteniendo siempre la firmeza de que cualquier cambio jamás podrá arrastrar consigo esa parte de ti que se mantendrá inherente a tu esencia y que permitirá que, pasado un tiempo, ese cambio sólo haya sido la llave de la entrada a ese nueva realidad, donde sin duda, tú siempre seguirás siendo la protagonista.

¿Te decides a cambiar?

Te podría interesar

Deja un comentario