Se despertó con los últimos rayos de sol de la mañana. Intentaba abrir sus ojos pero el peso de sus párpados hacía que le costara el triple de esfuerzo. Miraba a su alrededor y todo se confundía en las sombras de la oscuridad. No sabía para qué levantarse de la cama, pero empujada por la energía que aún quedaba escondida en su interior, lograba incorporarse. Levantaba la persiana con la esperanza de que la luz que ya abandonaba la mañana se decidiera a instalarse en su interior, en lugar de desaparecer lentamente en el horizonte hasta el final del día.
Empezaba intentando llenar el vacío que había en su interior con algo que alimentara su estómago, pero no era hambre lo que la hacía sentir así. Solo quería volver a dormir porque había conseguido que solo en ese estado se sintiera en paz, en descanso, feliz. Algunas veces luchaba por impedirlo, otras directamente se abalanzaba hacia los brazos de Morfeo anhelando, necesitando.
Las horas pasaban y cada vez se sentía más cansada, aunque hacía unos pocos minutos hubiera estado durmiendo. El agua de la ducha se deslizaba por su piel sin que sintiera frío o calor, sus poros se habían inmunizado con el peso de su carga. Y una vez más, bajaba la persiana, volvía a la cama y cerraba los ojos deseando que el día siguiente le deparara algún momento en el que su corazón abandonase su tranquilo compás y se saliera un poco de su monotonía, sintiendo, viviendo intensamente. Y se dejaba llevar en el sueño que poco a poco la liberaba de esa carga de todos los días, de sus pensamientos, de su tedio.
Sabía que la única forma de librarse de esa sensación inerte tenía que salir de sí misma, de dentro. Sólo esforzándose podría cambiar la oscuridad por la luz cada mañana.
Lo sabía, pero es que sentía que no le quedaban muchas fuerzas, todas se las había dejado en la carrera, y ahora, ¿donde estaba esa ansiada meta? ¿cuándo podría recuperar esa luz?
Su lucha y perseverancia le anunciaban que algún día, pero de momento le parecía una montaña muy difícil de escalar de nuevo tras caer en picado. Además,esta vez, tendría que volver a subir atravesando otros caminos alejados de una línea recta, y con menos herramientas para sujetarse.
