¿Y qué hago aquí? ¿qué hacemos aquí? Repartiendo publicidad mientras nuestros sueños se congelan con el frío de la calle.Molestando a las personas que caminan deprisa para ganarles la carrera al tiempo. Presionados por tener que lograr unos objetivos para poder sobrevivir. Infravalorados por egos que se creen superiores por ostentar el cargo que se lee en sus brillantes placas.
¿Y qué hago aquí? ¿Qué hacemos aquí? Yo, nosotros, los de la generación fuerte, los de la generación nueva.Los que aprendimos a leer casi sin aún haber aprendido a caminar bien.Los que aprendimos a memorizar sin haber experimentado aún los sentimientos.Los que aprendimos a adaptarnos a múltiples reformas educativas, planes absurdos que se modificaban año tras año sin estudiar las consecuencias que provocaban en los que pasábamos de uno a otro como meras marionetas.Los que crecimos obsesionados por superar una nota académica para tener un buen futuro.Los que vivíamos constantemente preocupados por ser mejor, por saber más, por conocer más.Los que luchábamos noches enteras por intentar meter más de 1000 datos en nuestra mente, ya cansada por los años que llevaba dedicada a acumular material.Los que nos examinábamos día tras día para saber si éramos capaces de “superar” o no las expectativas que nos permitían llegar al instituto, a la universidad.Los que llorábamos más por un fracaso académico que por una injusticia política o social.Los que nacimos preparados para estudiar como principal prioridad y medio de vida que nos garantizara un futuro de calidad.
¿Y te atreves a infravalorarme porque no tengo, tenemos, experiencia? Tengo la experiencia de haber pasado noches sin dormir por intentar llegar a abarcar más de lo que era posible y conseguir una buena calificación: perseverancia. Tengo la experiencia de haber sacrificado a mi familia, amigos, vida social, intereses, y deportes por dedicarle el tiempo necesario a mi carrera universitaria y a mi vocación: compromiso. Tengo la experiencia de haberle demostrado a amigos/profesores/familia de que era capaz de conseguir más de lo que sus expectativas frustradas esperaban para mí: autodeterminación. Tengo la experiencia de haber superado requisitos, criterios, solicitudes, plazos, para poder seguir estudiando gratuitamente de acuerdo a mis recursos económicos a pesar de haber intentado bloquear esa vía cada vez con mas exigencias difíciles de conseguir: resilienciaTengo la experiencia de haber trabajado en equipo donde los horarios, exámenes, agendas personales y “compañeros” con mucha cara, se interponían una vez tras otra en frustrar el trabajo realizado con tanto esfuerzo, sudor y lágrimas: trabajo en equipo, empatía, flexibilidad.Tengo la experiencia de haber superado una y otra vez los suspensos injustos fruto de calificaciones subjetivas, y los justos, fruto de agotamiento o cansancio, levantándome para demostrarme fundamentalmente a mi mismo que era capaz de afrontarlo con éxito: autorrealización, autoestima.
Porque así me enseñaron. Porque crecí rodeada de libros, de conocimiento, de exigencias, de normas, de retos. Porque antes de empezar a caminar empecé a correr una carrera en la que el nivel exigido iba más allá del nivel evolutivo que tenía, que teníamos, y aún así, conseguimos llegar al final victoriosos.
Pero ahora que, ¿qué hago yo aquí? ¿qué hacemos nosotros aquí? Repartiendo publicidad mientras nuestros sueños se congelan con el frío de la calle.Molestando a las personas que caminan deprisa para ganarles la carrera al tiempo y que miran por encima del hombro.Presionados por tener que lograr unos objetivos para poder sobrevivir.Infravalorados por egos que se creen superiores por ostentar el cargo que se lee en sus brillantes placas.
Yo no me prepare para esto. Nosotros no nos preparamos para esto. No sacrificamos tantos años de nuestra vida en conocimiento para que ahora se nublen nuestros méritos con la excusa de una experiencia, que en el fondo, saben que tenemos. Porque es imposible no tenerla después de haber recorrido el camino que hemos recorrido. Porque tenemos más de veinte años de experiencia.
Porque no es justo, que tan siquiera nos den la oportunidad de demostrar aquello que nos ha costado la mayor experiencia: nuestra vida.
