¿Alguna vez has sentido que esa respuesta que tanto esperabas no llega nunca?
¿Alguna vez has pensado que esos momentos que para ti son tan importantes, pasan desapercibidos para aquellos con los que vives y sueñas?
¿Alguna vez te has quedado con esa conversación importante abierta pensando qué pudiste haber hecho mal para que lo único que obtengas sea la confirmación azul de que no ha habido tiempo para responderte?
¿Alguna vez has esperado que la ilusión de un reencuentro, una llamada o un momento retumbara en el pecho del otro como un espejo de cómo crece en el tuyo y sin embargo, no hayas sido capaz de ver ese reflejo?
¿Alguna vez has sentido ese vacío dentro, que no sabes exactamente por qué aparece pero que no puedes esquivar?
La vida es lo suficientemente compleja para añadirle más motivos que la desestructuren del todo.
Por eso, vive, ama, siente y piensa con el corazón, sin esperar nada a cambio, aunque cueste.
Que las únicas expectativas sean sobre ti misma, para que así, seas la única responsable de cumplirlas.
Y que nunca te canses de pedir perdón o decir te quiero, para que otros nunca sientan “alguna de estas veces”.
