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Experiencias

Experiencias

Una ciudad

por Auro junio 10, 2019

Mareas de gente en horas puntas, 

Ajetreo continuo en el metro, en el tráfico, en el ritmo y en el tiempo

Diversidad de personas, vidas, sombras y colores,

Ruido de fondo que nunca duerme y no deja lugar al silencio

Imágenes de turistas, y residentes, en monumentos tan nuevos y conocidos como habituales para otros

Direcciones que se cruzan, entrelazan, que conducen a todos o a ningún destino concreto.


Movimiento durante el día y la noche, de una ciudad que nunca duerme

Aires nuevos, diferentes, contaminados de oportunidades, sueños y experiencias por vivir

Días grises, cálidos, fríos, de extremos que reflejan la libertad de ser de sus gentes

Rostros serios, distantes en el inicio que con tiempo evolucionan a sonrisas cálidas y de confianza,

Invitaciones a alimentarse de cultura, diversidad, actividad, entornos dispares

Descubrimiento de zonas sin límites, sin ser juzgado y sin sentir la obligación de ser.


Y es que su carácter céntrico y a la vez de punto de partida para tantos otros destinos te atrae, te captura y te conquista. Y es que su independencia te hace sentir acogido como uno más, sin importar quién eres ni serás. Porque su encanto solo lo encuentras si miras en lo pequeño, en lo que pasa desapercibido, en lo que no aparece en los mapas…


Porque no consiste en ver lo que tienes a tu alrededor, sino en lo que eres capaz de ver en ti mismo cuando sientes que tienes un abanico de posibilidades para fabricar un mundo, tu mundo, en un lugar que te ofrece la posibilidad de elegir “ser” y no sólo “estar”.


Porque aunque no es un paraíso, es magia. Porque es eso, porque Madrid es todo en nada.

junio 10, 2019 0 comentarios
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Refugio

por Auro mayo 27, 2019

Pensamos que la vida es inmensidad y grandeza y no nos damos cuenta que son las pequeñas cosas. Los pequeños actos son los que construyen los peldaños del camino, y si esas muletas se pierden, se puede perder todo.
La oscuridad es solo producto de la ausencia de luz, y no hace falta que la invoquemos para que aparezca así, sin más.

Los días grises, los momentos donde no hay salida al final del túnel, pueden cambiar el rumbo de nuestra vida si no hay una escapatoria para liberarnos de la mano que nos aprieta hasta ahogarnos cortando nuestra respiración.

Y probablemente esa mano, esa presión, esté actuando guiada por nuestros propios pensamientos y sentimientos, que no nos dejan ver qué hay más allá.

Y es por eso, por lo que los pequeños detalles SÍ importan. Importan más de lo que imaginamos, porque son los cimientos sobre los que construimos el refugio donde vivir cuando necesitamos liberarnos o defendernos.

Pienso que la vida es el día a día. Y el día tiene un inicio, nudo y final, como cualquier historia. Y somos nosotros los encargados de escribir la historia que queremos vivir. Pero no nos olvidemos nunca, que es ese DÍA y esa historia lo que cuenta.
No tenemos que ser felices como meta en la vida, sino como meta diaria. La felicidad es el resumen de lo que sentimos día y día, no la suma de los buenos momentos. Y por eso, es tan fácil que se trunque de un momento a otro.

Somos incapaces de entender el por qué ni de encontrar sentido a que una persona tome la decisión con una vida aparentemente perfecta, de lanzarse a la oscuridad un día por una tontería. Y yo solo quiero repetir, que esos detalles, esos días grises, esos momentos de vacío y rechazo obnubilan y bloquean todo lo demás, el ayer, y el mañana. Y son un dardo que da en el centro de la diana para invocar esa oscuridad.

Protejamos nuestro refugio, y nunca a costa de destruir el de los demás.

Ojalá nunca la cuerda que nos asfixia, que la asfixió, sea la solución.
Eduquemonos para evitar rodearnos o rodear a otro con ella.

mayo 27, 2019 0 comentarios
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Un puente

por Auro enero 7, 2019

Ojalá un puente invisible. 


Un puente en el que la velocidad de luz fuera el medio más lento para recorrerlo. Un puente que en cuestión de segundos, en el otro extremo siempre estuviera la posibilidad de tenernos cerca. Un puente que hiciera que el mar fuera el mejor paisaje mientras se atraviesa y no la inmensa representación de la gran distancia que nos separa.


Ojalá un puente para poder atravesarlo y estar juntos en cada momento genuino, imprevisible, inesperado. En cada visita a los abuelos no planificada, en cada compra del pan que falta para comer ese día, en cada día de trabajo de punta a punta. En cada baño en la playa con el bikini de los por si acaso en la maleta.


Ojalá un puente para cada conversación nocturna, para agarrarnos de la mano cuando tenemos miedo o queremos sentirnos todavía mas cerca aunque estemos apenas a unos centímetros, para mirarnos como solo nosotras sabemos.


Ojalá un puente para cada merienda con chocolate, para cada tarde con café, películas y millo. Para cada conversación de madrugada luchando contra el sueño y cansancio. Para cada anécdota.


Ojalá un puente para cada viaje en el coche chiquito pinchando para escuchar la radio, para cada abrazo, para cada sonrisa y carcajada compartida. Para cada tertulia las cuatro, las tres o las dos, con los acontecimientos del día.
Ojalá un puente para cada abrazo fuerte, para peinarme una noche sin motivo y sin necesidad de pedirlo, para escuchar tus canciones. Para compartir nuevos descubrimiento tecnológicos, para las esperas en el coche mientras hacemos “recados”. Para paseos juntos.


Ojalá un puente para compartir cada momento, ahí, juntos, en el momento presente. Para no tener que vivirlo por palabras, anécdotas o a través de pantallas. Para poder vivir esos momentos importantes o cotidianos juntos, para poder ir a capturar experiencias juntos. Para poder seguir compartiendo primeras veces, los cuatro.
Ojalá un puente sin horarios, billetes, esperas y accesos. Un puente que cada vez, cuando y como quisiéramos nos permitiera cogernos de la mano y sentir la calidez de nuestra piel.


Ojalá un puente. Un puente como el que he construido en mi. Para que las idas y vueltas a casa, sean siempre más fáciles. Para que no deje de ser hogar cada lugar y que así haya un pedacito de mi allí siempre, aunque la mayor parte esté aquí. Para que no haya un aquí y allí, para que esos dos lugares puedan coexistir en nosotros como uno solo y así pueda tenerlos siempre aquí mismo, en cada latido.


Pero ojalá siempre. Porque no hay otra que aprender a sentir que ese puente de verdad existe y construir nuestra realidad a través de pantallas y palabras que nos permitan vivir cada momento juntos, como siempre.
Hoy necesito volver a cruzar ese puente porque nunca es ni será suficiente.

Ojalá un puente para nosotros.

enero 7, 2019 0 comentarios
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Experiencias

¿Y qué hago aquí?

por Auro marzo 20, 2017

¿Y qué hago aquí? ¿qué hacemos aquí? Repartiendo publicidad mientras nuestros sueños se congelan con el frío de la calle.Molestando a las personas que caminan deprisa para ganarles la carrera al tiempo. Presionados por tener que lograr unos objetivos para poder sobrevivir. Infravalorados por egos que se creen superiores por ostentar el cargo que se lee en sus brillantes placas.


¿Y qué hago aquí? ¿Qué hacemos aquí? Yo, nosotros, los de la generación fuerte, los de la generación nueva.Los que aprendimos a leer casi sin aún haber aprendido a caminar bien.Los que aprendimos a memorizar sin haber experimentado aún los sentimientos.Los que aprendimos a adaptarnos a múltiples reformas educativas, planes absurdos que se modificaban año tras año sin estudiar las consecuencias que provocaban en los que pasábamos de uno a otro como meras marionetas.Los que crecimos obsesionados por superar una nota académica para tener un buen futuro.Los que vivíamos constantemente preocupados por ser mejor, por saber más, por conocer más.Los que luchábamos noches enteras por intentar meter más de 1000 datos en nuestra mente, ya cansada por los años que llevaba dedicada a acumular material.Los que nos examinábamos día tras día para saber si éramos capaces de “superar” o no las expectativas que nos permitían llegar al instituto, a la universidad.Los que llorábamos más por un fracaso académico que por una injusticia política o social.Los que nacimos preparados para estudiar como principal prioridad y medio de vida que nos garantizara un futuro de calidad.

¿Y te atreves a infravalorarme porque no tengo, tenemos, experiencia? Tengo la experiencia de haber pasado noches sin dormir por intentar llegar a abarcar más de lo que era posible y conseguir una buena calificación: perseverancia. Tengo la experiencia de haber sacrificado a mi familia, amigos, vida social, intereses, y deportes por dedicarle el tiempo necesario a mi carrera universitaria y a mi vocación: compromiso. Tengo la experiencia de haberle demostrado a amigos/profesores/familia de que era capaz de conseguir más de lo que sus expectativas frustradas esperaban para mí: autodeterminación. Tengo la experiencia de haber superado requisitos, criterios, solicitudes, plazos, para poder seguir estudiando gratuitamente de acuerdo a mis recursos económicos a pesar de haber intentado bloquear esa vía cada vez con mas exigencias difíciles de conseguir: resilienciaTengo la experiencia de haber trabajado en equipo donde los horarios, exámenes, agendas personales y “compañeros” con mucha cara, se interponían una vez tras otra en frustrar el trabajo realizado con tanto esfuerzo, sudor y lágrimas: trabajo en equipo, empatía, flexibilidad.Tengo la experiencia de haber superado una y otra vez los suspensos injustos fruto de calificaciones subjetivas, y los justos, fruto de agotamiento o cansancio, levantándome para demostrarme fundamentalmente a mi mismo que era capaz de afrontarlo con éxito: autorrealización, autoestima.
Porque así me enseñaron. Porque crecí rodeada de libros, de conocimiento, de exigencias, de normas, de retos. Porque antes de empezar a caminar empecé a correr una carrera en la que el nivel exigido iba más allá del nivel evolutivo que tenía, que teníamos, y aún así, conseguimos llegar al final victoriosos.

Pero ahora que, ¿qué hago yo aquí? ¿qué hacemos nosotros aquí? Repartiendo publicidad mientras nuestros sueños se congelan con el frío de la calle.Molestando a las personas que caminan deprisa para ganarles la carrera al tiempo y que miran por encima del hombro.Presionados por tener que lograr unos objetivos para poder sobrevivir.Infravalorados por egos que se creen superiores por ostentar el cargo que se lee en sus brillantes placas.
Yo no me prepare para esto. Nosotros no nos preparamos para esto. No sacrificamos tantos años de nuestra vida en conocimiento para que ahora se nublen nuestros méritos con la excusa de una experiencia, que en el fondo, saben que tenemos. Porque es imposible no tenerla después de haber recorrido el camino que hemos recorrido. Porque tenemos más de veinte años de experiencia.

Porque no es justo, que tan siquiera nos den la oportunidad de demostrar aquello que nos ha costado la mayor experiencia: nuestra vida.

marzo 20, 2017 0 comentarios
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Muros

por Auro septiembre 26, 2016

Pensamientos y esperanzas que juegan una carrera contra la realidad para chocar de bruces contra el muro que se esconde detrás de la meta. Muros fuertes e imposibles de saltar que se pierden en aquel lugar donde la vista es incapaz de cumplir su misión. 

Muros hechos de bloques que se han ido apilando uno a uno mientras otros se esforzaban en desear llegar hasta ese lugar que ahora es imposible de traspasar. 

Una pared que se ha ido construyendo con odio, oscuridad, venganza y necesidad de dañar mientras en el otro lado se recorrían caminos de superación, lucha, amor y persistencia movidos por una necesidad de justicia. 

Por una justicia utópica que no existe en un mundo en el que la dignidad se vende a precio de saldo y en el que el poder se compra en valor de oro, disponible solo para aquellos que tienen la fortuna o desgracia de seguir viviendo en los tiempos antiguos de la nobleza y aristocracia. 
Muros que son tan sencillos de saltar para los que viven sin entender el concepto de igualdad, empatía y supervivencia. Para aquellos que compran esas palabras igual que todo lo demás para desenvolverse en el mundo al otro lado del muro cual actores interpretando un papel. 

Mientras desde abajo ojos llenos de vida y de sueños siguen intentando escalar esa pared sin importar las veces que caigan en el intento y utilizando los medios con los que han sido capaces de sobrevivir siempre. Regalando amor y obteniendo el poder desde dentro sin necesidad de comprarlo.

septiembre 26, 2016 0 comentarios
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Ideas destructivas

por Auro noviembre 18, 2013

La fuerza de las ideas es inigualable. 

El defender y luchar lo que realmente pensamos o queremos, es lo que nos hace alcanzar el éxito que buscábamos.

Sin embargo, creo que el poder de las ideas tiene una parte negativa. Las ideas pueden ser importantes, necesarias para que empecemos un proyecto nuevo, para que nos demos cuenta de cómo nos estamos sintiendo o para empezar a cambiar algo, es decir, en este caso, las ideas se moverían por la fuerza de la perseverancia y la necesidad de logro, de conseguir algo que nos proporciona un beneficio personal, que nos ayuda a sentirnos autoeficaces y a crear nuestros sueños y visualizar nuestros futuros y posibles éxitos.
Pero, por otro lado están las ideas absurdas, por su contenido en sí, las ideas que no nos van a cambiar la vida, las ideas que surgen en una conversación rutinaria con un amigo o conocido y que sin embargo, parecen ser las que más estamos dispuestos a defender.

Deberíamos pensarlo y darnos cuenta cómo nos cambian estas ideas para poder aprender a sacar algo bueno de ellas, porque normalmente lo que nos traen son problemas (discusiones, prejuicios, enfados, etc.). Quiero decir, ¿por qué somos tan capaces de defender una idea o creencia con todas nuestras fuerzas para imponernos con la razón (que siempre creemos todos que tenemos cuando discutimos) ante otra persona que piensa lo contrario a nosotros o que nos está proponiendo una alternativa que si la analizasemos objetivamente no es descabellada? ¿por qué cuando discutimos de un tema banal ponemos tanto empeño en demostrar que lo que decimos nosotros es lo que es? 

Lo peor de todo es que normalmente son ideas dicotómicas, es decir, que sólo tienen dos polos, tiene que ser blanco o negro, y el conflicto surge cuando nosotros pensamos que es blanco y la otra persona piensa que es negro porque entonces lo de llegar a un término medio parece lo más imposible de conseguir, pero no porque lo intentemos y veamos que no llegaremos a nada (que a veces pasa con algunas personas) sino porque NO lo intentamos si quiera, tiene que ser lo que nosotros decimos y ya esta.

Mi pregunta es, ¿acaso es tan importante y vital para nosotros saber si (por ejemplo) una persona va a actuar de una manera u otra? Por ejemplo, una típica discusión de:

A. Vi un programa interesantísimo el otro día en esta cadena

B. Pero ¿qué dices? Si esa cadena nunca pone nada interesante.

A. Pues a mi me gusta porque si salen cosas interesantes.

B. Pues porque te gusta el cotilleo y esas cosas, a mi es que eso no me va…Ya verás que acabarán cerrándola, o bueno, capaz que no porque con la cultura de este país.

A. Pues como si no hubieran programas peores por ahí que ponen en otras cadenas. Siempre lo mismo con este canal, no lo entiendo…Tú lo que pasa es que no te enteras y vas de culto por la vida.

Y así puede seguir la discusión, cada vez más subiendo de tono y poniendo todos nuestros esfuerzos para convencer al otro de que lo que decimos nosotros es la verdad. La cuestión es, ¿por qué? ¿es acaso tan importante? No digo que no se pueda debatir pero llegar hasta el punto de defendernos usando ya argumentos que acusen a la persona directamente no me parece normal y menos siendo un tema tan básico en el que cada uno puede tener su opinión y respetarlas y ya está.

Lo peor de todo esto es que si nos ponemos a pensar, en otras cosas que si nos afectan directamente, sí que nos dejamos llevar por las opiniones de los demás y logramos llegar a un término medio, o incluso creernos con los ojos cerrados lo que los otros nos dicen. Por ejemplo,

A. Estuve mirando una academia de inglés el otro día que tiene un curso super interesante y bien de precio.

B. Ah si? Que bien! pero esta certificado a nivel europeo?

A. Pues no sé creo que no, tendría que preguntar.

B. Pues yo creo que es mejor que lo intentes por otra vía más oficial porque así tienes ya un título que no caduca ni nada.

A. Es verdad. Solución 1: voy a informarme mejor y ya veo si me apunto o no. Solución 2: Bueno mejor lo dejo y ya miraré en una oficial.

¿Por qué? Vale que son consejos y que está muy bien que si encuentras algo mejor te vayas a ese otro sitio, pero a lo que voy es a que nos dejamos aconsejar,escuchamos y valoramos la opinión de otros en temas que nos afectan a nosotros directamente y que igual, por hacer caso a malos consejos hacemos algo que no nos apetece hacer o abandonamos un sueño por el simple hecho de “esperar a que haya algo mejor”.

Creo que nos rendimos muy fácilmente cuando se trata de empezar algo por nosotros mismos porque es como si nos faltara algo de seguridad o de aprobación por los otros, pero cuando se trata de algo que no nos afecta si somos capaces de dejar que las ideas se apoderen de nosotros y nos destruyan en el sentido de defender ciegamente algo que realmente no va a cambiar nuestra vida.


Siempre me ha llamado esto la atención porque me ha servido para darme cuenta que la importancia que le damos a las cosas en el momento determina enormemente el modo que tenemos de actuar o de seguir adelante con ello, y que por eso, cuando a algo le ponemos muchísimas ganas pero vamos cerrados, en un túnel sin dejar que de vez en cuando entre alguna luz que nos puede reconducir o aportar nuevas ideas, en realidad, lo único que conseguimos es aprender a trabajar solos y a sentir que no nos vamos a equivocar o que nuestros proyectos son los mejores del mundo. 

Pero cuando le ponemos las mismas ganas, y en vez de entrar en un túnel dejamos siempre puertas abiertas a las que podemos acceder cuando nos apetezca y cuando lo necesitemos, puertas que nos den información o que nos ayuden a contrastar algo de lo que estábamos completamente seguros y era erróneo, es cuando realmente vamos a conseguir exactamente lo que queríamos conseguir, porque aunque hayamos cambiado algo en el diseño, el resultado va a ser exactamente el esperado: sentirnos satisfechos con nosotros mismos y sentir que hemos crecido.

Tenemos que pensar, que de vez en cuando estamos tan centrados en nuestro propio camino que no vemos o no queremos aceptar las otras opciones que aparecen ante nosotros, y por eso, muchas veces, nos quedamos caminando en el mismo sitio conocido, preguntándonos qué hubiera pasado si las cosas hubiesen sido diferentes, si hubiésemos experimentado más antes de elegir ese sendero.

Lo que quiero decir con todo esto es que, deberíamos aprender a dosificar la fuerza que nos aportan las ideas, dejando a un lado eso de perderla toda en discusiones sobre temas insignificantes y aprovechándola para impulsarnos con ella, escuchando y valorando las diferentes opciones que nos pueden llevar al sitio donde realmente queremos estar.

noviembre 18, 2013 0 comentarios
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Pérdidas

por Auro septiembre 2, 2013

Las pérdidas siempre son dolorosas, ya sean las irreversibles en la que no se puede hacer nada más, o las que son reversibles pero no existen los medios, las ganas o las intenciones para recuperarlas.

Pueden ser de muchos tipos pero en este caso me voy a limitar a hablar de las pérdidas en las relaciones, que pueden ser, cuando se pierde el contacto con alguien o simplemente cuando se sigue manteniendo pero ya las cosas no son igual.

A veces me pregunto si esta es una de las capacidades más desarrolladas del ser humano. Entiendo y comparto por mi propia experiencia, que cuando algo se rompe en una relación y te está haciendo daño lo mejor es dejarlo y alejarte de eso que te está perjudicando, pero lo que no llego a comprender es cuando algo se rompe o pierde sus características porque las personas lo quieren así.


Me explico, pongamos el ejemplo de una mascota. Envidio ante todo ese amor incondicional, en el sentido de que, una mascota siempre está a tu lado si la cuidas como se merece, es decir, además de la necesidad que de un cierto modo tengan de ti porque al fin y al cabo dependen de ti para comer, bien podrían alimentarse y que la relación quedara ahí pero no es así. Una mascota te demuestra que te quiere con pequeños gestos, hay los que dan besos, los que ronronean, los que ladran o maullan al verte, o mil cosas más, y son capaces de entender cuando te sientes mal o cuando estas llorando o gritando para acudir a ti a hacerte compañía, inocentes de saber que quizá en algún momento los puedas rechazar o puedas llegar a ignorarlos o a hacer otra cosa como salir, en la que no cuentes con ellos.


Y ahí está la diferencia….Pienso que el ser humano pierde esta esencia de amor, de demostración y de apoyo en los peores momentos por el famoso “don de la palabra”. Las palabras están muy bien y no cabe duda que es nuestra forma de comunicarnos pero el problema no está tanto en lo que decimos, sino en lo que interpretamos de lo que dicen los demás.


Muchas veces nos olvidamos del contenido “primitivo” de muchas expresiones como un te quiero, en el que sólo y unicamente queremos decir eso y nada más. Sacamos conclusiones absurdas y cosas que van más allá de lo que en realidad quiere decir la persona en función de la situación. Y eso no nos lo planteamos con los animales, quiero decir si tu gato viene ronroneando no te planteas si te lo hace para conseguir otra cosa o si lo hace sólo por que nos sintamos bien y no porque le apetezca. Siempre lo vemos como una muestra de que nos apoyan y se sienten felices a nuestro lado.


Pienso que el mundo está lleno de malas interpretaciones, pensamientos que pasan por la cabeza de muchas personas y que les llevan a romper relaciones que ni siquiera estaban en proceso de destrucción por la otra parte, o que ni siquiera iban a acabar mal si no llega a ser por las malas interpretaciones que hacemos de los demás. Y lo más curioso, es que muchas veces ese don que tenemos no lo sabemos aprovechar para hablar con las personas a la cara y decirle lo que sentimos o pensamos sino que lo hacemos para hablar de los demás pero sin que estos nos escuchen…palabras en vano, vacías que nunca llegaremos a escuchar…


Aún así quiero pensar que no todo es eterno y que como dice el gran escritor Albert Espinosa en su libro “El mundo amarillo”, las pérdidas siempre pueden ser ganancias. Esto es, afortunadamente siempre tendremos a alguien que nos demuestre ese amor incondicional, ese cariño animal que es tan díficil de conseguir en algunos humanos o que se pierde con el tiempo, y es esto lo que nos hace sentir especiales y lo que tenemos que valorar. Puede que en un momento de nuestra vida perdamos a alguien y nos sintamos solos, pero siempre tenemos que pensar que eso sólo servirá de base para que aprendamos a sentirnos más especiales para aquellas personas que si nos demuestran lo que sienten, y que por lo tanto esa sea la ganancia a nuestra pérdida, que la supera con creces.
Hay momentos y personas a lo largo de nuestra vida que marcan una diferencia importante, y que aunque se rompa la relación, siempre tenemos que quedarnos con los buenos momentos que nos regalaron y que pasamos con ellos, que tuvieron un ciclo y ya se acabaron…o quién sabe si algún día volverán, pero lo importante es que siempre sintamos que somos especiales.


septiembre 2, 2013 0 comentarios
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Dependencia

por Auro agosto 5, 2013

Hoy en día, hay una gran cantidad de connotaciones negativas sobre la palabra “dependencia“. La dependencia se entiende como una característica de aquellas personas “débiles” que necesitan de otras personas, objetos o medicamentos para poder desarrollar su actividad con normalidad. 

Efectivamente, esto es así, aquellas personas que padecen alguna enfermedad incapacitante “dependen” de la ayuda de otros para poder realizar actividades de la vida cotidiana, al igual que otras personas que padecen algún tipo de drogodependencia o adicción, necesitan de esa sustancia o de ese objeto para conseguir sentirse realmente como quieren sentirse.

Mi pregunta es…¿acaso no somos todos dependientes? ¿por qué es necesario verlo como un concepto negativo o de debilidad? Está claro que la autonomía es una de las cosas más valoradas por las personas hoy en día y que las ayudan a que desarrollen sentimientos de autoeficacia consigo mismos, pero no debemos olvidar que como mismo reporta beneficios al bienestar personal la autonomía, también lo hace la necesidad de vinculación. ¿Y acaso no es dependencia a la hora de relacionarse con otros, la vinculación?

Es obvio que la dependencia que provoca una gran interferencia en la vida de las personas no es algo bueno para su salud, tanto física como mental, pero a lo que quiero llegar es a que no veamos ese concepto como algo reservado para aquellas personas ancianas o que necesitan de una sustancia para poder “ser felices”.

Admitámoslo, todos somos dependientes de algo. Desde un principio, dependemos los unos de los otros, para las cosas más básicas y que más nos aportan esparcimiento y sentimientos positivos como es el comunicarnos, el hablar con los demás, con un amigo. Dependemos de hablar con él, de contarle cosas, de sentir el afecto por su parte y de saber si siente el nuestro. En suma, dependemos de él, de que esté disponible, de que quiera hablar con nosotros, de que quiera quedar, etc. Con esto no quiero decir que no podamos ser felices por nosotros mismos, porque de las primeras personas que dependemos para poder serlo es de nosotros mismos, pero aún así, ya necesitamos tenernos a nosotros, concocernos.

Cuando queremos hacer algo que nos gusta, dependemos de las ganas que tengamos para hacerlo, o más fácil aún, necesitamos los medios para poder hacerlo (centro deportivo, ordenador, música, Internet, etc.)
Lo que quiero decir, es que nadie se escapa de necesitar a otr@s u otras cosas, ninguno dejamos de ser dependientes de algo, porque esa es la base de nuestra condición. Necesitamos vivir en armonía con otros, disponer de los recursos necesarios que nos ayuden a sentirnos satisfechos, además de aprender a vivir con nosotros mismos. 

Creo que no es cuestión de que la dependencia sea algo bueno o malo, sino simplemente, que está a la orden del día, y que por ello no es sinónimo de debilidad ni de necesidad de ayuda (si no interfiere negativamente en nuestra vida). 

Deberíamos empezar a pensar que dependemos de nuestras cualidades, nuestros conocimientos, nuestros pensamientos para poder hacer algo o conseguir algo, y que este concepto no es incompatible con la autonomía o el crecimiento personal, porque gracias a que tenemos algún sustento, podemos progresar y analizar los pasos en falso y los buenos que hemos dado en nuestro camino, o si no

¿no crees que tropezaríamos más de una vez con nuestro propio ego independiente que no necesita de sus propias cualidades personales o de las relaciones con otros, para poder avanzar o simplemente alcanzar el nivel deseado de bienestar, en un momento dado?

agosto 5, 2013 0 comentarios
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Experiencias

El libro de la vida

por Auro agosto 5, 2013

Cada momento de nuestra vida puede materializarse en palabras y construir un capítulo de un libro, que aunque no busque entretener al lector, sirve como soporte en el que revivamos nuestras experiencias y nuestras emociones y nos demos cuenta de que no todo lo que vivimos es tan insignificante como pensamos.

Pensemos, una foto. ¿Por qué sacar una foto de cada uno de los momentos importantes que vivimos? Normalmente lo que decimos es “para el recuerdo”, para poder reflejar aquel momento especial que vivimos de cara a dejar una huella que permanezca ahí para siempre, porque como buenos humanos que somos, sabemos que la memoria no es capaz de quedarse con todo aquello que vivimos, con detalles “insignificantes” en un determinado momento (aunque también es verdad que muchas veces subestimamos el poder que puede llegar a tener a la hora de almacenar algo que realmente nos ha resultado especial o importante).

Y mi pregunta es, ¿y por qué no un libro? No hablo de un diario, en el que pongamos todos y cada una de las cosas que nos pueden pasar en el día, digo de recoger en un papel, capítulos de vida. Aquellos momentos que más nos han afectado, que más nos han hecho felices, lo que nos han hecho sentir, porque así podríamos recordar las cosas tal y como las hemos sentido, sin distorsiones ni detalles añadidos.
Y eso no es lo más importante que creo que conseguiríamos. Lo más importante que lograríamos escribiendo capítulos de vida es darnos cuenta de que tenemos material suficiente vivido, que la vida no se ha pasado en un segundo, que no todo han sido momentos malos, y sobre todo, que todo lo vivido lleva un aprendizaje y que siempre somos capaces de pasar a otro capítulo (nos cueste más o menos).Sería una oportunidad para darnos cuenta de que nuestra vida la hemos construido nosotros, con nuestros pasos en el camino, con nuestros éxitos, con nuestro esfuerzo y nuestras dificultades. Veríamos que los malos momentos o los “dramas” no quedan solo en las películas que vemos en la televisión y que nos hacen llorar, sino que nosotros también hemos sentido o vivido situaciones que nos han hecho sentir así (aunque comparándola con otr@s pensemos que es menos “impactante”).

Lo importante está en saber que a lo largo de nuestra vida hemos sido capaces de experimentar muchas cosas en momentos diferentes, y más importante aún, hemos desarrollado nuestras propias estrategias para afrontar los momentos más difíciles y aprovechar la felicidad que nos otorgaban los mejores momentos. Y también, cuando no hemos sabido afrontarlos, cuando nos ha costado mil esfuerzos, pero al final, hemos conseguido algo…si no era lo que queríamos, la mitad de lo que esperábamos  o lo que nos hacía falta realmente para sentirnos bien con nosotros mismos, porque como digo, cada capítulo tiene siempre su final cerrado, bueno o malo, pero significativo de cara a aprender de él.


Está claro que la forma de expresar las cosas a través de un libro nos llega más o menos, pero ¿y qué? En este caso, son recuerdos materializados en palabras que sólo nos van a producir una sensación única y conocida por nosotros mismos, no están hechos de cara a buscar la “aprobación” de alguien o el entretenimiento de otros.
No quiero decir con esto que todo el mundo debería ponerse a escribir, porque hay personas a las que les gustara más o menos, lo que quiero decir es que todos deberíamos pararnos a pensar en los capítulos que hemos ido cerrando en nuestra vida, por los que ya hemos ido pasando, para así, de esta forma, darnos cuenta un poco más de que todos tenemos un libro que escribir y que ninguna vida es monótona e insignificante como para que nadie quiera pararse un momento a “leer” o a escuchar la historia que entrañan los años vividos.

agosto 5, 2013 0 comentarios
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Sobre mí

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Vivo en todas y en ninguna parte, conozco más mundo del que mis ojos me han permitido ver, viajo más allá de los límites que el mundo me impone, siento emociones desconocidas en mi propia piel, descubro fantasías como si de la realidad se tratasen.

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