He tardado muchos días en escribir esto.
Pero muchos más son los que están tardando en liberar del infierno a estas criaturas.
Que fácil es creer que eres el superior en la escala evolutiva.
Que fácil es creer que tienes más derechos que otros.
Que fácil es negar el sufrimiento en una mirada si no es expresado únicamente con palabras.
Que fácil es mirar para otro lado mientras torturan, se burlan, humillan y desprecian a otros
¿Y todo para que? ¿Para poder sentirte más bello con una base de maquillaje en tu cara o con ese producto para cuidar tu cabello?
Ellos no tienen esas preocupaciones, esa vanidad, esa necesidad. Y aún así pagan por ello.
Solamente necesitan ser libres. No ser el blanco en el que probar nuestros deseos simplemente porque sí, porque a nosotros nos apetece.
Porque lo que se esconde detrás de todo eso es que destruimos vidas. Torturamos a otros para no hacernos daño a nosotros mismos. Sacrificamos una vida por conseguir algo banal en las nuestras.
Y lo peor es que las condiciones en las que los mantienen prisioneros son comparables al horror de las torturas y burlas a los que los someten.
Nunca podremos sentirnos libres si a nuestra costa le robamos la vida y la libertad a otros.
Basta ya de atrocidades a los más indefensos, que ni siquiera entienden por qué tienen que sufrir esa barbarie.
Sigamos exigiendo el rescate de los animales de Vivotecnia en Madrid. Y que esto, solo sea el principio para conseguir abrir todas las jaulas que encierran el fin de las vidas de todos esos corazones con alma.